(Actualizado) El rey menor inglés Eduardo V y su hermano el Duque de York, de Paul Delaroche /
English Minor King Edward V and his brother the Duke of York, by Paul Delaroche
El rey Eduardo V de Inglaterra y su hermano el Duque de York, de Paul Delaroche, Museo del Louvre. París. Este cuadro fue presentado al salón de 1831.
La historia detrás del cuadro es simple pero trágica y aún hoy misteriosa. En tiempos de las Guerras de las Dos Rosas, el rey Eduardo V, de 12 años, fue encerrado por su tío, el futuro Ricardo III, duque de Gloucester, en la Torre de Londres, donde pronto lo acompañaría su hermano, el duque de York, de sólo 9 años. Con los niños en su posesión, Gloucester procedió a maniobrar para declararles bastardos, por el matrimonio anterior de su padre con Leonor Talbot, acusando pues al difunto rey de bígamo.
Una vez conseguido esto, nunca más se volvió a saber de los pequeños porque se prohibió a la madre, Isabel WoodvilIe, viuda y con hijos de un matrimonio anterior, el acceso a la cárcel. Sin emcbargo, en 1674, unos trabajadores cuando hacían reformas en la Torre de Londres, encontraron dos esqueletos de niños o niñas. Al considerarse que eran los infantes, muertos de manera poco clara (como poco), se procedió a darles sepultura real por orden de Carlos II.
Os dejo estos vídeos tan interesantes sobre este episodio histórico:
English Minor King Edward V and his brother the Duke of York, by Paul Delaroche. Louvre. Paris.
The story pictured is simple but tragic and mysterious even today. The twelve-year-old King Edward V, a minor, was imprisoned by his uncle, future Richard III, Duke of Gloucester, in the London Tower. Soon his brother, 9 year-old Duke of York, was also imprisoned in the same place. With both children in his possession, Gloucester manouvered to declare them illegitimate sons of his late brother, because the latter’s matrimony to Leonor Talbot, accusing him of bygamy.
Once he succeded, nothing was ever heard of these boys, as their mother, Elisabeth Woodville, was forbidden any access to the prison.
Later, in 1674, when some workers were reforming some parts of the London Tower, they found two skeletons of children. Anyway, it was considered that those skeletons belonged to both unfortunate infants, as their deaths weren’t clear, and, by order of Charles II, they were given a royal burial.
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