Esta es la puerta de entrada al Palacio de la Salina (Salamanca) desde su interesante patio. Hoy es la Diputación Provincial.
De estilo plateresco, su patio es muy conocido, no sólo por la brillante decoración, sino además por las múltiples historias que circulan sobre el mismo.
En el patio hay una galería sostenida por personajes atormentados, con una gran expresión y realismo. Cuenta la leyenda que el Arzobispo Alonso de Fonseca, que fue un poderoso e influyente personaje de la época, viajó a Salamanca a un concilio diocesano y pidió a las familias nobles de la ciudad que le acogieran en sus casas. Éstas se negaron porque el Arzobispo iba acompañado de su amante, Juana Pimentel. Según la historia, Alonso de Fonseca se enfadó tanto que, para vengarse, mandó construir el Palacio y lo decoró con las grotescas figuras que representan a los nobles que no quisieron alojarle. A pesar de que es cierto que el Arzobispo Fonseca tuvo una amante llamada Juana Pimentel, no fue él el que mandó construir el Palacio de la Salina. La leyenda se debe, posiblemente, al gran parecido de los nombres entre el verdadero propietario del palacio y el clérigo.
Según los investigadores, en los medallones se encuentran representados D. Rodrigo de Messía y su mujer, Doña Mayor de Fonseca. Otros han apuntado que otro medallón representa a Cleopatra justo en el momento de suicidarse, sosteniendo una serpiente para que le muerda el seno.
The photo captures the main inner patio from Salamanca’s Palacio de la Salina. Nowadays, it hosts the headquarters of the Province Council. It is an interesting example of Plateresque style in the city. But this inner patio is not only known by its brilliant disposition and decoration but for the stories told since it was built in the XVIth century.
In this patio there is gallery supported by several tormented characters with great realism. Legend has it that the Archbishop Alonso of Fonseca, a powerful and influential man of the century, travelled to Salamanca to a Diocesan Council and asked the noble families of the city to take him in their homes. But they opposed the idea because he was accompanied by his mistress, Juana Pimentel. According to the same legent, Alonso de Fonseca was so angry that, in vengeance, he ordered its construction and decorated it with the characters we see nowadays. But, even if it’s true that the Archbishop had a lover by that name, he never ordered the construction of this building. The legend possibly has its roots in the huge physical ressemblance between the Archbishop and the actual builder and owner of the Palace D. Rodrigo de Messía. Both D Rodrigo and his wife Lady Mayor of Fonseca are portrayed in two separate medallions.
In another different medallion, according to experts, Egyptian Pharaoh Cleopatra is pictured just in the moment when she is committing suicide, by offering her breast to a poisonous snake.
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